Entre palazos y bombas de gas, el premio nobel de la paz
La Academia Sueca decidió entregar el premio Nobel de La Paz a la Unión Europea.
¿Qué es la Unión Europea? Básicamente son los Estados de los países que integran el bloque económico que se maneja con la moneda Euro.
Sin dudas, la decisión tomada por el comité de la Academia responde a intereses políticos, a dar prestigio a los gobiernos de los países de la Unión Europea, y en un mismo movimiento, legitimar las medidas de ajuste aplicadas por estos en la turbulenta crisis económica que atraviesa Europa.
Pero sin dudas esto es una paradoja. Paradoja que al ser analizada con mayor atención, es en realidad un absurdo trágico.
Aquí un somero punteo de los elementos que hacen de esa decisión un absurdo, todos fenómenos que contrapuestos con lo que el término “paz” debería significar, dan forma a un verdadero oxímoron:
Se le entrega el Premio Nobel de La Paz a la Unión Europea, cuando:
se está ahorcando económicamente a las Sociedades Civiles de esos países.
los gobiernos de la Unión Europea han respondido a palazos a las protestas civiles, con represiones que ya han dejado casi un centenar de muertos.
los gobiernos de esos países aplican recortes en educación, salud, derechos laborales, ajustes a los asalariados, etc.
Para no dejar lugar a la ambigüedad, días después de que se determinara que la Unión Europea sería mencionado como un honorable ente pacifista, en Grecia se presentó Angela Merkel, la flamante canciller alemana. Y Mientras Merkel anunciaba en su discurso que el FMI seguiría llenando de deuda y recetas de ajuste al Estado Griego, a cuadras de allí, cientos de manifestantes que salieron a las calles a expresar su descontento con las políticas que los gobernantes imponían, eran reprimidos por la fuerza policial.
Sin dudas se trata de la ejecución de recetas del FMI y demás ajustes de corte neoliberal. Las inmensas deudas contraídas por las corporaciones y los gobiernos de la Unión Europea, son consecuencia de décadas de políticas neoliberales, de sostener la vieja creencia capitalista de corte liberal ortodoxo, que resulta en una economía dominada por el mercado (centralizado, con el consumo desmedido, donde las decisiones las toman los monopolios, donde no hay intervención del Estado en la regulación de las medidas económicas, donde se privilegia la especulación financiera por sobre la producción real).
Así, nuevamente aparecen las deudas privadas que son estatizadas, así las mismas las pagan los pueblos, para que no las paguen las corporaciones económicas. Desde luego, estas medidas afectan a los sectores más vulnerables de las sociedades: clases trabajadoras, desempleados, etc.
En este contexto, le entregan el Premio Nobel a la Unión Europea. Los jurados que toman la decisión de entregar el reconocimiento, deben estar a carcajadas en alguna sala de algún lujoso edificio en Suecia. Los sectores de poder se auto-convalidan, diciéndose el uno al otro “está bien lo que hacemos, aplaudámonos entre nosotros y sigamos así”. Nadie votó tal decisión.
Según el testamento de Alfred Nobel, el Premio de la Paz premio se otorga "a la persona que haya trabajado más o mejor en favor de la fraternidad entre las naciones, la abolición o reducción de los ejércitos existentes y la celebración y promoción de procesos de paz". Este premio que goza de tan buena prensa, fue en el pasado entregado a verdaderos luchadores por la paz, como Martin Luther King, la Madre Teresa, Nelson Mandela y Rigoberta Menchu. Pero parece que ya hace algunos años su jurado está un poco distraído, ya que así como ahora a la Unión Europea, en 2009 le fue otorgado a Barack Obama, siendo máximo dirigente de un país con fuerzas armadas desparramadas por todo el globo.
El contraste habla por sí solo.
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