NO POR IR RÁPIDO SE LLEGA LEJOS

Un lugar donde ver


Allí pude ver y sentir cosas que nunca podría haber pensado en palabras.
Tantos que creía eran puntos finales, eran el primero de otros puntos suspensivos.
Vi la luz que saltaba cuando aparecen los grandes tesoros, los que alumbran al hombre y a la mujer, dejando de manifiesto sus miserias o sus virtudes. Noté en ese extraño lugar que un pájaro no puede estar peleado con el viento porque a veces le sople en contra, si tantas otras lo condujo tan lejos.
Cuanto percibí allí no lo había imaginado jamás.
La inquietud apareció y me pregunté si no serían rosas falsas, flores sin olor. Un ramo puede ser hermoso pero sigue siendo un cadáver, el resultado de un asesinato, un féretro que es adorno. Dejé las galanterías de lado, las cortesías se apartaron, las finuras y delicadezas ya no eran las aprendidas, los paralelos se presentaron en bruto: una mascota es un esclavo; a quien idolatro traiciono utilizando como jabón de actitudes; me encadeno a lo que me libera.
Es pesado lo que no es. Cuanto más vacía, la jarra más llena a la copa con qué emborracharse. Me ilusioné demasiado con tan poco, me desilusionaste tanto con la misma cantidad. Lo sé, la culpa es mía, si nunca me diste nada cierto.

Crítica al uso del témino "negro"


Pareciera totalmente innecesario aludir al color de piel de un individuo cuando se quiere hablar sobre su personalidad o costumbres y, sin embargo, es llamativo la frecuencia con que uno se topa con ello en la cotideaneidad. Esto último invita a reflexionar si no se trata de alguna estructura de creencias que está operando en algún nivel de funcionamiento más o menos inconsciente de aquello que comúnmente se identifica como sentido común.
De entrada esto ya presenta problemas debido a que todo eso denominado como "sentido común" no trata bajo ningún pretexto de algo inherente a las personas y homogéneo, por engañoso que sea el concepto, sino más bien de una construcción a partir de verosímiles. Lo cierto es que dicha alusión al color de piel existe, aún cuando los grupos de colores de piel que se conocen son muy pocos y, en contraposición, las costumbres que se han identificado e identifican en el mundo son muchísimas y muy variadas, con lo cual sería nada ventajoso conectar de un modo directo una cosa con otra. Y esto permite arriesgar que tal vinculación está dada mucho más por un alto grado de prejuicio del hablante que por una verdadera relación.
Es sumamente común escuchar el rótulo “negro de mierda”. ¿Podemos echar luz sobre las causas y consecuencias de dicha enunciación? No interesa hacer aquí un análisis exhaustivo acerca de la genética, del evolucionismo o darwinismo social ni de la historia de la esclavitud, pero sí dar una breve argumentación respecto de tal frase utilizada con frecuencia para menospreciar al que es considerado “diferente”.
Con dicha expresión no sólo se está diciendo que una persona es inferior sencillamente por el color de la piel igualando este al excremento, sino que además se está olvidando (o demostrando que quien la pronuncia nunca supo) sobre los millones de nativos de lo que hoy se conoce como África y América que fueron secuestrados, arrancados de sus tribus o civilizaciones y comercializados o asesinados mediante la esclavización, puestos a trabajar en minas, campos o donde sea, que fueron, además, quienes impulsaron con su propio sacrificio la desigualdad que los pondría a ellos mismos, en forma perpetua, en la situación de siervos y pobres, enriqueciendo al mismo tiempo y como nunca antes a Europa, sus coronas y pocos amos esclavizadores dueños de empresas con el derecho a compra y venta de gente.
En la utilización peyorativa del término “negro”, se está aludiendo como si el color negro conllevara algo negativo en sí mismo. Dado que existe efectivamente gente negra, lo que se complementa es deducir que esa gente es un ser negativo para el ser humano. Pero ¿acaso ser de piel negra es ser una persona de peores condiciones? Durante siglos eso se pensó e inclusive afirmó desde el discurso religioso primero, científico después; que el negro e indígena, si era humano, era de capacidades inferiores al blanco, que no es que tuviera otras costumbres, sino que por no tener las costumbres occidentales era menos evolucionado, con un cerebro incapaz de comprender y un cuerpo mejor preparado para el trabajo duro, que tenía dificultades para desarrollar la vida social y acatar reglas y que, por todo ello, quizás por decisión divina, había sido creado para servir al blanco. Es una creencia de hace siglos que hace tiempo se ha demostrado que aparte de ser falsa, es sumamente perversa y no hace más que demostrar la ignorancia de quien la postula. Por ello quien aun hoy expresa directa o indirectamente que el color negro -sea en la piel, cabello, ojos, etc.- es condición negativa o de inferioridad, al hacerlo, el único atraso y la única ignorancia que está demostrando son los suyos, sosteniendo una falsa creencia refutada varios siglos atrás.
La respuesta/excusa más común es que se expresa así porque a quien se refiere la frase es “negro de alma”. Pues bien, en cualquier reproducción del negro como color vinculado a lo malo se está sistemáticamente renovando una tradición discriminadora y agresiva para con todo lo que tenga ese color. En efecto no hay certeza de que exista algo que pueda denominarse "alma", mucho menos que esta tenga color; se trata de un concepto originado en discursos religiosos, cosa que demuestra cómo términos de distintas doctrinas de pensamiento son retomados y constantemente resignificados en su uso diario, inclusive para ser utilizados en disciplinas y contextos que nada tienen que ver con el original.
No es que no pueda existir alguien cuyos comportamientos y pensamientos nos resulten tan repulsivos y malvados que no podamos sentirnos tentados a utilizar un insulto que indique nuestro desagrado, es sólo que A) aludir a su condición física parece no tener nada que ver con ello; B) si se quiere dar información sobre ella debería hacerse tanto con el color de piel negro como con el blanco, tostado, amarillo o mestizo, o su altura, flacura o gordura, pelo rizado, lacio, largo, corto y, C) siendo que siempre se recurre al negro –aun cuando la persona ni siquiera es de tez oscura-, lo que es obvio es que no se busca describir a la persona, sino que solo se repite sin pensar un insulto que está para nada ingenuamente convencionalizado e instalado en el uso común.
Si África hubiese esclavizado a los demás continentes, el comentario seguramente sería “blanco de mierda”. Por supuesto quisiéramos que en nuestro mundo y turbulenta historia humana no se hubiesen sucedido actos de tremenda injusticia, que ojalá ningún pueblo hubiese exterminado a otros. Pero lamentablemente sucedió y, de un modo alterado, la hegemonía se mantiene, así es que si no estamos a favor ni contentos con esas tristes historias de nuestra raza, deberíamos cuanto menos hacer lo posible para que se erradique todo lo que disminuya al otro simplemente por sus orígenes o rasgos físicos, todo lo que no acepte la diversidad y todo lo que sea heredado de aquellas horribles matanzas, dominaciones y esclavitudes.