NO POR IR RÁPIDO SE LLEGA LEJOS

tajada

no es lo que queda
es lo que se va
atrapar la luz en la palma de la mano
un sentimiento atado a una pierna
es tan fácil
soltarlo es lo que va
mil memorias que no recordar
gran cuentahistorias sobre la piel

todo a propósito
la muerte del deseo
el orden y el desorden derretidos
es lo mismo

ungido en los extremos de las líneas
vueltas indivisorias
las comisuras del mundo
uniendo el borde entre una cosa y otra
ahí esparcido
ya está arreglado
darle un desenlace
del Cero
...existencia
jugar con la inexistencia
Dios se suicidaría en el mismo momento en que comenzara a existir
frotar la lámpara de la religión
hacer aparecer al padre de todo

se puede romper la luz
reorganizarla
se consume
se paga la factura

hasta los fotones hechos mercancía
mercado de los elementos
los ángeles apuestan en la bolsa
el paraíso es financiero
si la suerte existe sale el cero

si la suerte existe
la máquina de Dios funciona
exitosa ruleta rusa masiva
extraño comportamiento del azar
todo explota
De encontrarle la sonoridad al mundo
con pájaros en los ojos
sin nosotros
se trata

Vuelo.
Jugando de cuerpo
o suelto
equivoquemos ronroneos al oído

el llanto
se disfruta
en lo ancho del pecho
tanto
Dejar la hoja seca al lado del árbol, para recordarle eso que será.

La profundidad inmensa en el ruido minúsculo.

El vacío cristaliza, pero el cristal puede quebrarse.

De las astillas, vértigo de ansiedad.

No saber adónde ir: asfixia de llanto y gritos.

El aire trae la calma.

Opción única ya.
Combustión de encuentros.
Busco. Me pierdo.
Nos vemos y hay nada.
Opacidad en la nitidez.
Ausencia devuelve el reflejo.

Geografía perdida


¿Adónde va esa parte del pájaro que es más que ese ente enjaulado?
¿Qué pasa con el perro que excede a la mascota?
¿Cómo sigue la historia que no fue?
¿Qué es de ese ser que sería uno si hubiese actuado distinto?

En un valle está todo el significado residual de los hechos,
las interpretaciones no hechas
Ese sentido fluyente que las palabras no alcanzan a acabar.
El mundo irrepresentable forma un paisaje.
Allí se ocultan los olvidos de la retórica,
las muertes del sonido sin sepultura.

Las vibraciones inaprensibles de la voz,
Lo inasible de lo que se pretende,
eso que no toma forma ni figura entendible.
Un río de restos de historias, baja desde un lugar desconocido.

Árboles de hojas de poesía quemadas.
Viento de murmullos de secretos no dilucidados.
Las piedras como resignaciones ancladas.
El sol brilla con el reflejo de la parte de atrás del espejo.
La luna muestra su lado oscuro.

Todo lo inesperado de los planes se aloja allí.
Es un mundo de símbolos incompletos entero.
Su flora, su fauna; la armonía de lo inacabado.
Nadie lo ha visto jamás.
Es un valle sin llegada, entre las montañas del olvido y lo esperado...
Como este, pero sin nosotros.

Lo que te perdiste de olvidar


Vos que nunca sabrás qué te perdiste de olvidar.
A mí que poco me interesa escribir mi autobiografía contrafáctica.

Me atrincheraré en el derrotero de los aplausos, en brazos que buscan algo que sostener por las noches.
Rocío con el kerosén del convencimiento, ese instante en que cruzaste la puerta, te pusiste a hablar y ya no pude estar ahí sin pensar en que estabas vos.
La aceptación es la chispa, y que arda la memoria, que para el caso es tan sólo el idioma de los rodeos que dí sobre mi eje de indecisión.
Maldita la voluntad de hablar con sonidos.
Únicamente confío en el reloj silencioso. El que siempre atrasa tanto como la nostalgia.
Las cosas se van ordenando con las manos que no tocan.
Hubiese adorado desesperar por lo que no fue, pero después de que haya sido algo.
El embrujo de esperar algo que pertenece a otra trama que no tiene mínima relación con la presente.
Quería tener que resignarme a ya no esperar nada, después de tener un preciso motivo para poder esperar... pero ni siquiera.

Maldito el segundo ese en que me animé a hablarte.
Desde aquella primer mirada supe que mis próximos descansos serían sin sueño.
Es levantarse cada mañana con la voluntad de encabezar una vanguardia de tus piernas,
una corriente artística de tus labios de la que ser único representante.
Creo encontrar la fórmula mágica de las palabras que conseguirían, inexorablemente, tu estremecimiento;
pero semejante cosa no se consigue con nada que pueda pronunciarse.
No son palabras lo que hace falta.
Así es que nada más consigo escritos que quedan a mitad de camino entre una poesía y el tacho de basura.
En ningún aspecto las habladurías tienen como destino la cama.
El insomnio que me dormita a cada rato no es por lo que pudo haber sido, sino por lo que no fue.

¿Y si armamos un Bailando por un Sueño donde participen las mujeres que tienen algún significado para Marcelo Tinelli (porque seguramente alguna haya): la esposa, la madre, sus hijas, hermana, etcétera?

Las pondríamos a bailar empelotadas, disminuyéndolas a culos y tetas pomposos que son constantemente retratados en primeros planos, moviéndose de aquí para allá, apoyándose contra miembros viriles bien dotados. Serían mostradas cual cachorritas hambrientas de carne fálica, rozándose contra caños, como perras contra las patas de un sillón, impartiendo su olor a celo en todo y cada cosa.

Podrían desnudarse por completo, enseñarnos sus coños, hablar como colegialas inocentes deseosas de un picarón que se porte mal y les dé chirlitos en las pompis. Desde la producción les daríamos permiso para autosaborear sus pezones, o disfrutar del goce de que estos sean saboreados por lenguas ajenas delante de las cámaras.

El boom sería encontrar que Marcelo tiene algún familiar que haya perdido una pierna, cuente con alguna de las llamadas “enfermedades mentales”, o alguna otra condición física que al mismo tiempo presenta a) lo bizarro de mostrarse en un baile erótico y b) la sensibilidad social de darle un espacio en la pantalla.
Creo que puede ser el próximo éxito televisivo.

¿Le molestará a Marcelo que las mujeres por las que él siente algo sean puestas en esa posición?
Y si le molesta, decimos que hay libertad de género y ellas tienen total derecho de elegir eso para sí mismas... rebajarse por un lugar en la tele o por un mango, por esperanza de éxito televisivo, que tienen derecho de buscar ser el gatito de algún adinerado calentón... ¿No? Re progre...