NO POR IR RÁPIDO SE LLEGA LEJOS

¿Acaso no fue real?

¿Todo eso fue un sueño o pienso que lo fue porque desde entonces no dejo de soñar con ello?
Pero es que todavía escucho su risa tan viva y su voz que me dice al oído que todo va a estar bien, aún huelo su perfume, siento su respiración agitada y sus manos que me aprietan la espalda, llevándome más contra ella cuando hacemos el amor.
¿O es que acaso todo eso no fue real? ¿Y si todo eso no fue real, a quién le estoy escribiendo yo?
¿No era real el sonido tan vívido de los latidos de su corazón cuando apoyaba mi oído en su pecho?
¿Construí en mi mente el hecho de haberme quedado mirándola mientras dormía?
¿No la llevaba en brazos cuando ella no podía pisar?
¿No eran verdaderas las poesías que yo veía en sus piernas, las pinturas que para mí eran sus lunares?
¿Tampoco existieron sus palabras precisas, las charlas a corazón abierto y las miradas que hacían sentir que nada más existía alrededor?
¿Y los besos, las suaves mordeduras en los labios, las caricias en el pelo?
¿Qué fueron esas lágrimas desnudas de la coraza que solemos vestir para protegernos, aquellas que no pudimos ni quisimos contener cuando nos despedíamos?

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