NO POR IR RÁPIDO SE LLEGA LEJOS

Bruma conocida

Cuando no querés escuchar la respuesta pero preguntás igual.
Preferís no ver y los ojos se niegan a cerrarse.
El sabor tiene algo de original, aunque no está claro si es amargura o qué.
¿Es cierto que la obsesión-enamoramiento es producto de un futuro que ilusionamos?
Desmentís lo evidente, te tapás los oídos repitiendo lo que quisieras escuchar.
Te acaricias a vos suponiendo estar en compañía: el mismo comodín recurrente para tapar el hueco.
Los truenos de un cielo soleado mutan en flores que crecen del barro.
Lo neutral te parece estupendo; lo que sufrías, ahora es minimizado; lo que reías, es magia para colorear tu eternidad.
De la evaporación resurgió la corriente del río, que corre y arrastra, limpia y se limpia contra las piedras del tiempo.
Fluye sin estancarse, evitando volverse espuma.
Hace falta acelerar, y te detenés en pequeñeces agigantadas por los temores que antes creías tener superadas.
Te da miedo la confianza ajena, antes te resultaba más fácil, cuando las ataduras conducían a tus pies, y las dudas eran del otro.
Era sencillo entonces aparentar seguridad, mas hoy la luz revela la poca convicción (y la perversión manipuladora y lo macabro y el dispositivo y la estrategia y...).
¡Cuánto pánico porque tus consejos hayan sido útiles! Y vos, ¿los sabrás implementar? Qué difícil prestarte atención.

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