NO POR IR RÁPIDO SE LLEGA LEJOS

¿Y si armamos un Bailando por un Sueño donde participen las mujeres que tienen algún significado para Marcelo Tinelli (porque seguramente alguna haya): la esposa, la madre, sus hijas, hermana, etcétera?

Las pondríamos a bailar empelotadas, disminuyéndolas a culos y tetas pomposos que son constantemente retratados en primeros planos, moviéndose de aquí para allá, apoyándose contra miembros viriles bien dotados. Serían mostradas cual cachorritas hambrientas de carne fálica, rozándose contra caños, como perras contra las patas de un sillón, impartiendo su olor a celo en todo y cada cosa.

Podrían desnudarse por completo, enseñarnos sus coños, hablar como colegialas inocentes deseosas de un picarón que se porte mal y les dé chirlitos en las pompis. Desde la producción les daríamos permiso para autosaborear sus pezones, o disfrutar del goce de que estos sean saboreados por lenguas ajenas delante de las cámaras.

El boom sería encontrar que Marcelo tiene algún familiar que haya perdido una pierna, cuente con alguna de las llamadas “enfermedades mentales”, o alguna otra condición física que al mismo tiempo presenta a) lo bizarro de mostrarse en un baile erótico y b) la sensibilidad social de darle un espacio en la pantalla.
Creo que puede ser el próximo éxito televisivo.

¿Le molestará a Marcelo que las mujeres por las que él siente algo sean puestas en esa posición?
Y si le molesta, decimos que hay libertad de género y ellas tienen total derecho de elegir eso para sí mismas... rebajarse por un lugar en la tele o por un mango, por esperanza de éxito televisivo, que tienen derecho de buscar ser el gatito de algún adinerado calentón... ¿No? Re progre...

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